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jueves, 4 de junio de 2009

Crea tu propio album de poemas

Existe un poema. Es un poema de Carlos Pellicer y comienza diciendo "En este asunto del amor" Pensé entonces, que con mi nivel de desesperación ante tanto dilema, podría compartirles cachitos y que de ellos hicieran colecciones de cachitos de poemas bonitos. A lo mejor a ustedes no les gusta la poesía. Está bien. A veces, cuando uno se enamora deja de leer las líneas de las manos y nos da por leer poemas. Por que hay veces en que uno recuerda aquellas cosas tristes:


Es en serio, uno a veces prefiere la demolición. Porque el corazón, porque la cabeza, porque el estómago. Porque a veces no tenemos nada más que demolernos y decir que estamos solos. Porque uno se siente solo y piensa que es mejor demolerse. Y tener el pecho pintado de negro. Entonces, volviendo al presente perfecto recuerdo a Pellicer:

Abriendo ventanas, a uno sólo le queda abrir las ventanas. Pensar en flores amarillas y pensar que Pellicer tiene poemas sobre Junio y hoy es Junio. Hoy es Carlos Pellicer. Hoy estás tú y Carlos Pellicer. Mientras lo leo en el 218 o mientras lo leo en comerciales de Gossip Girl. Estás tú y está Junio. Eso es recordarte. Y pienso:

Porque el amor es tan silvestre: (Eso dice el poema) Lo encuentras en todas partes.

viernes, 5 de diciembre de 2008

214

Esta tarde, subí al camión y noté (Porque andaba muy perspicaz) que el chofer del 214 miraba y miraba el reloj con una angustia. - de seguro va retrasado - pensé.

De repente el chofer comenzó a subir velocidad, a insultar a automovilistas que no daban vuelta con precaución en rojo, a hacer gestos de molestia cuando alguien intentaba bajar. Vi como una señora le hizo la parada y no se detuvo.

El chofer manejaba a velocidad impresionante.

Y no sé porque pero me arrivó una especie de placer, gozaba con la idea del chofer malhumorado, molesto con carros, camiones y pasajeros. Su terrible desgracia (no quedaría en tiempos como en mi trabajo) me causaba placer. No pude evitar lanzar una sonrisa gigantesca y el señor que iba a mi lado sólo movió su cabeza de un lado a otro como diciendo: "estos muchachitos de hoy"...

Pero después (porque duré mucho en el camión porque vivo re-lejos) ¡el chofer comenzó a chiflar! seguía a una velocidad de seguro no permitida pero ahora el mismo disfrutaba de su desgracia... Comenzó a darles las buenas tardes, el gracias-denada, el comonoconmuchogusto, paselepasele. Tomaba los cambios del camión con fuerza, metía primera, segunda, tercera, el motor del camión revoluionaba al momento y el re-contento.

Llegué a donde era mi destino, le dije: Sí oiga ahíenlaesquina. y le di las gracias...

Bajé del camión y volví a sonreir (El chofer había sacado la sonrisa más sincera de la tarde, del día, de la semana, probablemente del mes) y concluí: - Sean Bienvenidas las buenas Alegorías -