viernes, 20 de febrero de 2009

A nueve minutos para las seis lavo un vaso blanco. Un souvenir del zoológico. Repaso la esponja sobre la jirafa despintada y rompo en llanto.

Para las seis de la mañana forcejeo con las ideas que quisiera desechar y con el jabón enterrado en mis uñas.

4 comentarios:

Héctor Mauricio dijo...

buen estilacho

Alejandra Arévalo dijo...

a mi conor Oberst me cae muy bien. Es muy guapo. Y siempre me gusta presumir que tengo una foto con él. Pero es mero Presuntamiento. !ja!
Pero es como cuando escuchas Its cool we can still be friends y vez la ventana y te das cuenta que está haciendo frío y lluvia.
y zaz
como que lloras

Natalia dijo...

fuertísimo

Tiban dijo...

desatada