Se sentía bastante incómoda al verse sujeta ante esa situación. Ella miró con osadía el nombre borroso escrito con tinta azul en su arrugda bata de laboratorio, y salió casi corriendo en dirección al laboratorio. Por alguna extraña razón esperaba encontrar la puerta cerrada, entonces el ir pisando las escaleras de metal y pensar en cómo abriría aquella puerta fueron uno solo. Sintió un ligero estupor al ver que la puerta estaba abierta, pero, ¡qué tontería! Solo ella pudo haber pensado que la puerta iba a estar cerrada cuando su maestra tenía todo fríamente calculado para que la desdichada muchachita presentara su exámen en aquél laboratorio.
viernes, 20 de febrero de 2009
hace un año (i miss you, secundaria)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
You'll cry each time you think, oh! When times were good.
Publicar un comentario