martes, 28 de octubre de 2008

A la escuela

Un día en mi vagancia mañanera, mientras me dirigía a mis compromisos, descubrí, que jóvenes y viejos, niños y adultos seguían una misma ruta sin saberlo. Todos sin excepción se dirigían a la escuela, a diferentes clases de escuela tal vez, pero indudablemente, escribían en su caminar un compromiso escolar, o una vagancia en esta, como esperando que se termine el recreo y que toque el timbre.

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