martes, 11 de noviembre de 2008

Perdidos

Si de verdad estuviéramos perdidos en el mall, no me importaría vagar contigo para siempre. Estoy seguro que me acostumbraría a como te detienes en cada tienda de zapatos a buscar rebajas (aunque no tengamos nada de dinero) y a la gente mirándonos como si fuéramos un cabello de la cocinera en su té de la tarde. O una ralladura en su carro del año.


Caminamos por horas y las tiendas se multiplican a si mismas, en una mitosis macabra y comercial, digiere-bolsillos, hermosos come-almas, bien iluminados, con las esquinas redondeadas. Vestidas de La Solución. Como esas plantas que se disfrazan de flores de colores y se tragan a los insectos cuando estos se acercan. O como esas ranas venenosas de colores brillantes. Cuando te das cuenta del peligro ya estas siendo digerido. Ya agonizas del veneno.
Aquí estoy atrapado. Pero estoy atrapado contigo.

Y si de verdad estuviéramos a punto de ser tragados, en realidad no me importaría ser digerido. Deshacerme en un estomago junto a ti.

2 comentarios:

Ángel L. M. dijo...

muy bonitoo :)

K dijo...

me gusta esta escribiduria.